Idea

La idea de la Gramática Visual se basa, por un lado, en un cuestionamiento fundamental de las típicas tradiciones entre división gramatical y descripción y, por otro, en la comprensión de que la memorización rígida de las estructuras gramaticales ya no corresponde a la moderna enseñanza de idiomas.

En tiempos de rápidos cambios tecnológicos en las escuelas, con posibilidades de visualización cada vez más modernas (cf. clases con iPad, etc.) y con un simultáneo aumento del número de trastornos por déficit de atención e hiperactividad (Grobe 2016), la enseñanza de los contenidos del aprendizaje debe ser replanteada de manera radical.

En el campo de la adquisición de lenguas extranjeras, los fracasos e inseguridades de la escuela a menudo pueden atribuirse a un déficit didáctico en la presentación de la sintaxis.

Las tan comunes presentaciones de listas estáticas de estructuras sintácticas no sólo representan una visión anticuada del lenguaje, sino que también contradicen la dinámica inherente de la gramática.

El término gramática, derivado del latín grammatica y este del griego techné grammatiké o ‘arte de escribir’, no se refiere principalmente a un libro de referencia con el que desgraciadamente a menudo asociamos el término estereotipadamente, sino más bien a la base de nuestra competencia lingüística o a la representación mental de esta.

Mezclando dos perspectivas fundamentalmente opuestas sobre la gramática:

  1. la instantánea sincrónica o un conjunto rígido de reglas prescriptivas que consisten en reglas y excepciones, y
  2. la idea de un sistema diacrónico, altamente dinámico y flexible en un estado de cambio constante,

pareciera que nos enfrentamos a una paradoja.

Por lo tanto, la Gramática Visual no sólo tiene como objetivo mostrar el estado actual de una lengua, sino también el de los procesos previos, las etapas futuras, así como el alcance potencial de otras lenguas y familias lingüísticas.

Los intentos de registro descriptivo de la representación mental de nuestro lenguaje se pueden encontrar en diferentes perspectivas y con distinto énfasis, cf. la Gramática relacionada con el contenido (Weisgerber, 1953), la Gramática de Dependencia y Valencia (Tesnière, 1959), la Gramática Generativa (Chomsky, 1965) o la Gramática Cognitiva (Langacker, 1987) la Gramática Funcional (Dik, 1991).

Por lo tanto, la Gramática Visual pretende ofrecer una representación lo más flexible posible, que permita tanto ilustrar un número infinito de frases gramaticalmente correctas en un idioma concreto, como posibilitar la interpretación de irregularidades en la comparación lingüística.